Las provincias del este de Canadá están muy al norte de la mayoría de las ciudades estadounidenses. Entonces, ¿cómo podrían un rayo, las chispas de los frenos de un tren o un cigarrillo desechado en Quebec u Ontario causar problemas graves en Chicago, Nueva York, Washington D.C. o Filadelfia?
Estas acciones son las principales causas de los incendios forestales en Canadá. Este verano, una serie de incendios han arrasado Canadá. Los incendios han quemado miles de hectáreas de bosques. Se han cobrado la vida de tres bomberos. Las enormes columnas de humo de los incendios recorrieron todo el continente.
El humo contiene contaminantes como monóxido de carbono, dióxido de carbono y partículas. Estos contaminantes provocan riesgos para la salud, desde picor de ojos y dolor de garganta hasta asma y enfermedades respiratorias. Se aconsejó a millones de personas de todo el país que limitaran su tiempo al aire libre. La Gran Liga de Béisbol aplazó los partidos en Nueva York y Filadelfia. Los aeropuertos cerraron por falta de visibilidad.
Los incendios forestales no son nuevos en Canadá. Sin embargo, este año han sido más frecuentes. También han sido mucho más difíciles de controlar. Canadá ha tenido muy pocas nevadas este invierno y una primavera muy seca. Con temperaturas cálidas este verano y bosques secos, las condiciones facilitaron mucho que comenzaran los incendios. El Servicio Forestal Canadiense cree que los árboles derribados por el huracán Fiona el pasado otoño sirvieron de combustible para los incendios. Esto dificultó su control.
Los grandes incendios de California, Australia, Canadá y Maui han demostrado que los incendios forestales son cada vez más frecuentes y graves. El cambio climático ha causado las condiciones más cálidas y secas que han llevado a esto. Si los efectos de los incendios forestales canadienses llegaron lejos, los efectos del cambio climático están llegando aún más lejos.
¿Qué puedes hacer? Piensa en tus actividades cotidianas. ¿Tienen consecuencias más allá de tu comunidad?
Photo Credit: NASA Earth Observatory image by Lauren Dauphin, using GOES 16 imagery courtesy of NOAA and the National Environmental Satellite, Data, and Information Service (NESDIS).