Si estás de paseo por el centro de Denver, encontrarás algo especial en la pared de una estación de bomberos de la calle 19. Levanta la vista y verás un hermoso mural. En el lado izquierdo del mural hay unas vías de tren y un tazón. En el derecho hay un par de palillos. En el medio, ves siluetas de personas. Hay un largo fideo que recorre el mural dando vueltas. Los personajes chinos que aparecen a los lados dicen: “No le temas a ir despacio; témele a quedarte quieto”.
El mural cuenta una historia que se remonta a 150 años atrás. La historia forma parte de una época oscura del pasado de Denver. Pocas personas conocen esta historia. Comienza con una comunidad pequeña de inmigrantes chinos. Estos inmigrantes fueron los primeros asiático-americanos y nativos de las islas del Pacífico (AAPI) en Colorado. Después de finalizar las obras en el ferrocarril transcontinental, hubo algunos trabajadores chinos que se mudaron a Denver, que aún era una ciudad de frontera. Como había pocas mujeres para cocinar y limpiar, hubo emprendedores chinos que abrieron restaurantes y lavanderías. Tuvieron que vivir en una pequeña y concurrida parte de la ciudad que luego pasó a llamarse Chinatown, o barrio chino. Con el tiempo, llegaron a vivir allí unas 1,000 personas. Fue una de las comunidades chinas más grandes de Occidente. Solo había 29 mujeres. La mayoría de los hombres habían dejado a sus familias en China.
La comunidad china sufrió discriminación. El 31 de octubre de 1880 hubo una protesta violenta contra los chinos en el barrio chino. Se produjo una pelea entre hombres blancos y chinos. Horas después, se sumaron cientos de hombres blancos a la protesta. Prendieron fuego a los comercios chinos. Agredieron a todos los chinos que se cruzaban. Después de los disturbios, el periódico Rocky Mountain News afirmaba:”Chinatown es un montón de ruinas. Se puede decir que en la ciudad han quedado destruidas todas las viviendas chinas”. El barrio chino de Denver había desaparecido y quedado en el olvido… hasta hoy.
En la actualidad, Denver es una ciudad diversa, con gente de orígenes muy distintos. La comunidad AAPI de Denver decidió que era importante recordar la herencia china de la ciudad. Una de las primeras medidas fue hacer un mural donde solía estar el barrio chino. Nalye Lor, una estadounidense de origen hmong, fue elegida para realizar el mural. Dice que su idea era hacer un relato visual, mostrar una línea de tiempo que conectara el pasado, el presente y el futuro. Las vías del tren representan el ferrocarril transcontinental. Al fideo se lo conoce como fideo “de la longevidad”, o larga vida. Lor dice que es un símbolo de la unidad y la esperanza de longevidad de la comunidad AAPI de Denver. Las personas representan a los trabajadores del ferrocarril y las lavanderías, y también a los habitantes actuales.
Aunque el antiguo barrio chino de Denver ya haya desaparecido por completo, podemos rendir homenaje a los inmigrantes chinos que vivieron allí. Podemos ir a ver el hermoso mural y recordar lo mucho que esta comunidad contribuyó a la historia de Colorado, y a la historia de nuestro país.
Y tú, ¿qué puedes hacer? ¿Hay murales en tu comunidad? Investiga un poco para descubrir a quién rinden homenaje.
Photo Credit: McGraw Hill