El COVID-19 ha continuado propagándose por todo el mundo, y el número de casos sigue en aumento. Hasta fines de enero, se habían notificado alrededor de cien millones de casos de COVID-19 y más de dos millones de muertes en todo el mundo. Aunque la mayoría de las personas que se contagian se recuperan sin sufrir problemas al largo plazo, hay otras que están enfermas mucho tiempo. Estados Unidos es el país con la mayor cantidad de casos de COVID-19 del mundo.
Cuando Joe Biden asumió como presidente, quiso actuar de inmediato para evitar que el COVID-19 se siguiera propagando aún más. La gente quiere cuidar su salud y poder volver al trabajo y la escuela sin miedo a contraer la enfermedad. Biden se fijó la meta de suministrar cien millones de dosis de la vacuna contra el COVID-19 en los primeros cien días de su presidencia. Muchos de los colaboradores del gobierno tienen la esperanza de superar esa meta.
La vacunación de tanta gente requiere muchísimo esfuerzo. Los colaboradores del gobierno de Biden cooperarán con funcionarios de los estados y las comunidades para montar miles de centros de vacunación en todo el país. Enviarán unidades móviles a las áreas donde no haya centros comunitarios. Además, a partir de febrero, la gente podrá vacunarse contra el COVID-19 en las farmacias.
El presidente Biden ha prometido que estas vacunas serán gratuitas para todos. También ha hecho uso de una ley especial que ayuda a las compañías a obtener los suministros necesarios para producir más vacunas. También se está acelerando la producción de equipos para aplicar las vacunas, como tubos, jeringas y vestimenta de protección. Primero se vacunará a las personas mayores de 65 años y a trabajadores como socorristas, maestros y personas que trabajan en supermercados . Luego, se podrá vacunar a más personas.
El equipo de Biden lanzó una campaña pública para ayudar a que la gente entienda lo importante que es vacunarse. Quiere asegurar a la gente que la vacuna es segura. Biden planea formar un grupo de 100,000 profesionales sanitarios. Ellos informarán al público sobre la vacuna y rastrearán a las personas que hayan estado expuestas al COVID-19, de manera que se pueda frenar la propagación de la enfermedad. Será necesario que todos trabajemos juntos para frenar la propagación del COVID-19.
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