Imagina caminar sobre un río gigante de hielo de miles de años de antigüedad. Así es el glaciar Athabasca, en Canadá. Es uno de los lugares más espectaculares de las Montañas Rocosas canadienses. Veamos más de cerca esta maravilla helada.
Un glaciar es como un río helado que se mueve muy, muy lentamente. El glaciar Athabasca forma parte de la capa de hielo Columbia, una de las mayores de América del Norte. La capa de hielo se extiende unos 125 kilómetros cuadrados a través de las montañas. Los científicos han medido el grosor del hielo hasta 1,198 pies de profundidad.
El glaciar Athabasca tiene más de 230,000 años. Comenzó a formarse durante la última Edad de Hielo. La nieve caída a lo largo del tiempo se ha apretado hasta formar una gigantesca capa de hielo. Aunque parezca inmóvil, el glaciar se mueve. Desciende muy lentamente, unas pulgadas cada año. Pero el glaciar también se está reduciendo. Los científicos dicen que se está reduciendo porque la Tierra se está calentando.
El glaciar Athabasca se puede visitar e incluso caminar sobre él con un guía turístico. Autobuses especiales con enormes ruedas llevan a los visitantes directamente al hielo. Los guías explican cómo funcionan los glaciares y por qué son importantes. Incluso te animan a llenar tu botella de agua con el hielo derretido.
Glaciares como el Athabasca son importantes porque proporcionan agua dulce a ríos, plantas y animales. Los glaciares también son un registro de la historia de la Tierra, ya que contienen pistas sobre cómo era el planeta hace mucho tiempo.
¿Qué opinas? ¿Por qué crees que los científicos están preocupados por la reducción de los glaciares?
Photo Credit: Susan Flurry