Imagina saltar hacia arriba y no volver a bajar. Incluso si saltas bien alto, siempre vuelves a bajar. Piensa en lo que pasaría si estuvieras lavando un plato y se te cayera de las manos. Por desgracia, se te rompería porque se caería al suelo. La gravedad nos mantiene en el suelo y hace que las cosas caigan. La gravedad es una fuerza que no ejerce contacto y empuja hacia el suelo todo, nosotros incluidos. La gravedad no implica que las cosas nunca puedan subir. Pero la gravedad impide que salgan flotando. Cualquier cosa que tiene masa también tiene gravedad. A los objetos con más masa los jala más la gravedad.
Galileo fue un científico que vivió entre los siglos XVI y XVII. Su observación más famosa fue que, si se dejan caer desde una misma altura dos objetos del mismo tamaño, pero de masa apenas distinta, estos llegan al suelo al mismo tiempo. Esto sucede porque la aceleración debido a la gravedad es la misma para todos los objetos.
¡La gravedad también existe en el espacio! Albert Einstein descubrió que la gravedad no solo atrae la masa, sino también la luz. Los agujeros negros son zonas donde la fuerza de gravedad es tan fuerte que nada, ni siquiera la luz, puede escapar de ellos. La gravedad también forma estrellas y planetas. Reúne el material del que están hechos.
La gravedad mantiene a los planetas en su sitio y a la Tierra a una distancia segura del Sol. Mantiene a la Luna en órbita alrededor de la Tierra. Si no hubiera gravedad, la Luna saldría volando por el espacio. La fuerza gravitatoria de la Luna atrae los mares hacia ella. Esto hace que las mareas oceánicas suban y bajen.
La gravedad es importante para nuestra existencia. Sin ella, no podríamos vivir en nuestro planeta. La gravedad mantiene unido al mundo.
Y tú, ¿qué puedes hacer? Investiga cómo puedes usar imanes y sujetapapeles para desafiar la fuerza de la gravedad.
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