A medida que en todo el país comienzan las clases, es importante que nos mantengamos a salvo. Por eso hay tantas reglas en la escuela sobre la seguridad.
Las reglas sobre no correr en los pasillos o jugar agresivamente evitan que los estudiantes se lastimen. En muchas escuelas, además hay reglas que indican cómo y por dónde se entra a la escuela, y reglas sobre mantener cerradas y aseguradas las puertas. Esto es para que solo puedan entrar al edificio aquellas personas que deberían hacerlo.
Las escuelas también realizan simulacros. En un simulacro, aprendes cómo mantenerte a salvo en una situación de emergencia. Puede que a lo largo del año escolar participes en simulacros para casos de tornados, incendios y otros simulacros de seguridad. Tal vez tu escuela reciba la visita de bomberos o policías que supervisan los simulacros y comparten ideas para poner en práctica en caso de una emergencia. Estas visitas también les sirven para conocer la escuela en caso de que sea necesario prestar ayuda rápidamente durante una emergencia.
Es posible que algunos estudiantes se asusten en los simulacros. Pensar en situaciones de peligro y emergencia puede resultar difícil. Estos simulacros le permiten a la escuela asegurarse de que sus planes de seguridad de emergencia son adecuados. También ayudan a que los estudiantes se sientan preparados para saber qué hacer y adónde ir en caso de una emergencia. Estar preparados ayuda a que todos se sientan a salvo.
Y tú, ¿qué puedes hacer? ¿De qué maneras se prepara tu escuela para emergencias? ¿Cómo te hacen sentir estos preparativos? Es normal que sientas ansiedad o miedo durante un simulacro. En ese caso, habla con un adulto de tu confianza sobre lo que sientes.
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