Hace siglos que el ser humano viene usando la fuerza del viento. El velero fue una de las primeras máquinas impulsadas por el viento. Sin motor, ¿cómo se podía viajar por el agua con un bote? ¡Con el viento! El aire en movimiento, o viento, empujaba las velas. La fuerza del viento movía el velero. Luego, el ser humano creó el molino de viento uniendo paneles con forma de vela a una rueda en lo alto de una torre. El viento soplaba contra los paneles y así hacía girar la rueda y su eje central. El eje de giro accionaba mecanismos dentro de la torre para moler el trigo. Los molinos de viento además se usaban para bombear agua de los pozos. Cuando capturamos la fuerza del viento y la usamos para realizar un trabajo, estamos hablando de energía eólica.
Hoy en día, hay grandes aerogeneradores que usan la energía eólica para generar electricidad para hogares y empresas. Estos generadores parecen flores altas de acero. Un solo aerogenerador puede alimentar más de 700 hogares estadounidenses. Algunas comunidades agrupan aerogeneradores y así forman parques eólicos. Un parque eólico funciona como una central eléctrica que puede producir electricidad para una área más grande.
Cada día se reabastece el viento. Como nunca nos quedaremos sin viento, lo llamamos fuente de energía renovable. Cuando el viento se convierte en energía, no emite gases que contaminan la atmósfera. Por eso, la energía eólica es un tipo de recurso limpio. El uso de la energía eólica evita que contaminemos el aire y el agua.
Y tú, ¿qué puedes hacer? ¿Qué tipos de recursos de energía renovable se utilizan en tu área?
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