Se suele usar la expresión “como el día y la noche” para decir que hay cosas que son tan diferentes que casi son opuestas. Por ejemplo: Deberías ver a mi perro antes y después de bañarlo. ¡Es como el día y la noche! Si te pones a pensar, la expresión tiene lógica. Cuando un lado de la Tierra mira hacia el Sol y allí es de día, el otro lado está expuesto a la oscuridad del espacio: son completamente opuestos.
Pero por un aumento en la cantidad de luz artificial, se está borrando la línea entre el día y la noche. En las ciudades y los suburbios, gracias a las luces los negocios pueden permanecer abiertos hasta altas horas de la noche. La gente utiliza tanta luz artificial de noche que las luces hasta se pueden ver desde el espacio. Al uso excesivo de luz artificial durante la noche se lo denomina contaminación lumínica.
Como otras formas de contaminación, la contaminación lumínica tiene efectos negativos. Si vives cerca de un área muy iluminada, es posible que hayas sufrido alguno de sus efectos. Por la contaminación lumínica, los habitantes de la ciudad pueden ver menos estrellas que los del campo.
La contaminación lumínica también puede dañar la vida silvestre. Las crías de tortugas marinas salen del cascarón en la playa por la noche. Después de escarbar para salir de la arena, se dirigen a toda velocidad a la orilla del agua. La luz de la luna que se refleja en el agua les muestra el camino. Pero a veces las luces de los edificios cercanos confunden a las crías, las cuales se dirigen tierra adentro, alejándose del mar.
Muchos animales dependen del ciclo diario predecible de luz y oscuridad para sobrevivir. Los ciervos y otros animales de presa se esconden de los depredadores durante la noche. Los sapos y las ranas croan de noche como parte de su ritual de reproducción. Pero como la noche es menos oscura a causa de la contaminación lumínica, el ciclo de día y noche se ve alterado y el orden natural de la vida se interrumpe.
Y tú, ¿qué puedes hacer? Todos podemos reducir la contaminación lumínica. Aquí tienes algunos consejos:
- Apaga las luces cuando no las uses.
- Mantén las cortinas cerradas para que la luz quede adentro.
- Usa temporizadores y sensores de movimiento para las luces exteriores.
- Coloca luces que apunten hacia abajo en lugar de hacia el cielo.
Photo Credit: NASA’s Earth Observatory/NOAA/DoD