Imagina cómo sería no poder comer en un restaurante ni poder ir al cine por el color de tu piel. Eso es lo que te habría pasado si hubieras vivido en los Estados Unidos en la década de 1960.
Los afroamericanos que vivían en los Estados Unidos en los sesenta no siempre tenían los mismos derechos que los estadounidenses blancos. Si bien existían leyes para prevenir la discriminación [tratar a la gente de manera injusta sin razón], estas no siempre se cumplían.
Muchos afroamericanos comenzaron a protestar en contra de la desigualdad. Hubo personas que se unieron al movimiento de defensa de derechos civiles para terminar con la discriminación. Daban discursos, participaban en marchas y pedían ayuda al gobierno federal.
El presidente John F. Kennedy quería prestar su ayuda. Colaboró con la elaboración de un proyecto de ley de derechos civiles. Sin embargo, fue asesinado en 1963. Luego, Lyndon Johnson asumió como presidente.
El presidente Johnson quería que se aprobara la Ley de derechos civiles. Colaboró con líderes afroamericanos y líderes del Congreso para preparar un proyecto de ley que garantizara la igualdad de derechos para los afroamericanos. En julio de 1964, la Ley de derechos civiles de 1964 fue aprobada por el Congreso y promulgada por el presidente Johnson.
La Ley de derechos civiles de 1964 puso fin a las leyes que discriminaban a los afroamericanos en los espacios públicos. Gracias a ella, los afroamericanos podrían ir a los mismos cines, comer en las mismas cafeterías e ir a las mismas escuelas que los blancos. También se volvió ilegal que los empleadores no contrataran a alguien por motivos de raza, color de piel, religión, sexo o nacionalidad. La ley preparó el camino para la Ley de derecho al voto de 1965, la cual garantizaría a los afroamericanos el derecho al voto. También ayudó a que otros grupos minoritarios recibieran un trato justo.
Y tú, ¿qué piensas? La Ley de derechos civiles de 1964 cambió la vida de la gente cuando se aprobó. ¿Qué impacto crees que tiene hoy en la gente?
Photo Credit: LBJ Library photo by Cecil Stoughton/White House Office Photo