En invierno, puede ser difícil ver a los animales porque fuera hace frío. Pero hay algunos animales que sí puedes ver, incluso en el patio de tu casa: las aves. Las aves viven en muchos lugares distintos. Hay aves que se van cuando el tiempo empieza a ponerse demasiado frío para ellas. A esto se le llama migración invernal. Hay aves que migran a climas más cálidos en busca de alimento y un refugio seguro. No están preparadas para sobrevivir en el frío. Hay otras aves que no migran. Se quedan y le hacen frente a la temporada de invierno. Las aves invernales han desarrollado adaptaciones que las hacen resistentes al frío del invierno. A finales del otoño, las aves invernantes comen todo lo que pueden para aumentar la grasa de su cuerpo. A ellas además les crecen muchas plumas mullidas en invierno. Sus plumones son impermeables, lo cual permite que su cuerpo se mantenga seco.
Las aves invernales también han desarrollado adaptaciones en su comportamiento, las cuales las protegen de las dificultades del invierno. Las aves más pequeñas, como las golondrinas, se acurrucan en las ramas de los árboles para darse calor entre sí. A esto se le llama reposar. Las aves invernales reposan en grandes grupos para compartir el calor corporal. Casi todas las aves tiritan. Es importante que puedan tiritar. Les ayuda a que no se les congele el cuerpo. Las aves invernales utilizan sus plumas y grasa extra como aislante. Mullen sus plumas y así se forman pequeñas bolsas de aire entre ellas. El aire en esas bolsas se calienta y las aves quedan envueltas en calor. Las aves invernales tienen que comer muchos alimentos ricos en grasas para seguir generando el calor necesario para no pasar frío. Para las aves invernales, encontrar refugio en invierno puede ser una tarea difícil. Los cardenales pasan sus noches reposando en arbustos o en frondosos árboles perennes. Hay otras aves invernales que buscan refugio en los huecos de los árboles, donde se mantienen calientes y a salvo de los depredadores.
Y tú, ¿qué puedes hacer? Puedes ayudar a que las aves de tu zona pasen menos dificultades en invierno. Investiga qué frutos secos y semillas son ricos en grasas. Ponlos afuera para que los coman las aves de tu vecindario.
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