En la fotografía se ve a Leon Georget, un ciclista que ganó muchas carreras a comienzos del siglo XX. Su bicicleta no es muy distinta de las bicicletas de hoy. Pero a Georget le falta una parte importante del equipo de seguridad: ¡el casco!
Mayo es el Mes de la Seguridad en Bicicleta, así que es el momento ideal para aprender sobre la historia de los cascos de bicicleta. A fines del siglo XIV, los ciclistas de competición querían protegerse la cabeza. Hicieron cascos con materiales vegetales. Los cascos se rompían al golpearse, pero probablemente eran lo mejor que había disponible en esa época. A principios del siglo XX, las carreras de bicicleta se habían vuelto más populares, y había más gente que se lesionaba la cabeza al caerse. Los ciclistas comenzaron a usar cascos hechos con anillos de cuero. Estos ofrecían un poco más de protección que los de material vegetal, pero los ciclistas querían protegerse aún más.
En los años siguientes se crearon otros cascos, pero estos solían ser pesados. No ofrecían protección suficiente a la cabeza. En la década de 1970, una compañía de repuestos para carros hizo el primer casco que se parece más a los cascos de hoy. Por fuera, tenía una carcasa de plástico y, por dentro, un material esponjoso. En 1984 se establecieron estándares para fabricar cascos. Estos permitieron determinar qué cascos eran adecuados y sacar de la venta aquellos que no eran seguros. En la actualidad, los cascos son aún más aerodinámicos y cómodos.
¿Por qué son tan importantes los cascos? Ante una caída, disminuyen la probabilidad de sufrir lesiones en la cabeza. De todas maneras, es importante seguir las normas de circulación y tener cuidado al andar en bicicleta.
Y tú, ¿qué piensas? ¿Por qué el casco de bicicleta cambió a lo largo de la historia? ¿Cómo te protege un casco de bicicleta?
Photo Credit: Library of Congress, Prints & Photographs Division, [LC-USZ62-60663]